La Escuela N° 1 Benito Quinquela Martín de La Boca celebra sus 75 años con la creación de un espacio de museo, impulsado por el programa Huellas de la Escuela.
Hace siete décadas y media, Benito Quinquela Martín materializaba su visión educativa al inaugurar el Jardín de Infantes N.° 1 en La Boca, con la aspiración de infundir a los pequeños “la belleza y la alegría sana de vivir”. En este contexto, el programa Huellas de la Escuela ha liderado un proyecto destinado a conmemorar el aniversario de la institución y rescatar su valioso patrimonio histórico.
En General Gregorio Aráoz de Lamadrid 648, el Jardín, edificado sobre terrenos donados por Quinquela Martín, comparte su trasfondo con la Escuela “Pedro de Mendoza” y el Museo de Bellas Artes “Quinquela Martín”, todos legados del renombrado pintor argentino. El sueño del artista era que la escuela se convirtiera en un faro educativo y cultural, por lo que abogó por la presencia de obras de arte en los edificios escolares.
En este sentido, el programa Huellas de la Escuela, en colaboración con la dirección del establecimiento, ha emprendido la tarea de recuperar la historia del Jardín y su patrimonio. Adoptando un enfoque interdisciplinario, se buscó resaltar la identidad quinqueleana y boquense del Jardín, plasmando esta iniciativa en dos áreas comunes convertidas en espacios museísticos.
El primer sector, ubicado en el hall del anexo nuevo del edificio, se enfocó en revalorizar la conexión histórica entre el Jardín y el pintor. Con una intervención que se despliega como una línea de tiempo, se recorre desde la biografía del artista hasta la donación del terreno y se prosigue con la historia del Jardín, su presente y proyección futura. La participación activa de la dirección escolar, especialmente de la vicedirectora Marcela Vela, fue fundamental para recopilar imágenes y documentos a lo largo de los años. Datos biográficos y material sobre Quinquela se obtuvieron en colaboración con el museo “Quinquela Martín”, con la orientación del director Víctor Fernández.
El diseño de la línea de tiempo, impregnado con los colores de la paleta quinqueleana, se acompaña de dibujos y personajes presentes en los murales de la escuela, generando una conexión armoniosa entre el edificio antiguo y el anexo. Las aves, mariposas y personajes pintados por Ranazzo despiertan la curiosidad de los niños, guiándolos a través de la historia con retratos de la niñez, juventud y adultez de Quinquela, así como obras de arte y fotos emblemáticas de la escuela. Un tramo dinámico permite actualizar la exposición anualmente con imágenes y dibujos actuales.
En paralelo, se llevó a cabo una intervención en la escalera principal del edificio antiguo, centrada en el patrimonio histórico de la escuela vinculado a la cultura de La Boca. Se realzaron las vitrinas de títeres históricos acompañadas por una representación del Riachuelo pintado, inspirado en las obras de Quinquela. El equipo especializado de Huellas trabajó en la recuperación y exposición de títeres que datan de más de medio siglo.
Este proyecto destaca la contribución de Quinquela Martín a la educación, subrayando el rol de la escuela como faro cultural en su comunidad, especialmente en La Boca.
Asimismo, toda la comunidad educativa reconoce que las huellas de Quinquela continúan fructificando en el presente, y que sus propias huellas serán parte integral de la historia en constante construcción.
Por Buen Ciudadano
