En conmemoración al nacimiento del comandante guaraní Andrés Guacurari y Artigas, el Día Nacional del Mate se celebra desde el 30 de noviembre de 2015. Descubre la historia de esta infusión que ha dejado una marca indeleble en la cultura argentina, desde sus raíces en la provincia Grande de las Misiones hasta su presencia en la literatura y la vida cotidiana.
Desde los primeros sorbos de mate, la historia se entreteje con la figura de Andrés Guacurari y Artigas, quien, bajo el liderazgo de José Gervasio Artigas, gobernó la provincia Grande de las Misiones entre 1815 y 1819. Su dedicación a la producción y distribución de la yerba mate marcó el inicio de una tradición que persiste hasta nuestros días.
Las raíces de la yerba mate se entrelazan con la cultura guaraní, que consideraba al caá —yerba— como “un regalo de los dioses”. A pesar de su origen ancestral, fueron los conquistadores españoles y los Jesuitas quienes difundieron su consumo en el Virreinato del Río de la Plata, convirtiéndolo en una costumbre arraigada que trasciende las clases sociales.
La celebración oficial del Día Nacional del Mate se remonta a 2015, coincidiendo con el nacimiento de Andrés Guacurari y Artigas. En 2013, el Congreso de la Nación lo declaró “infusión nacional”, subrayando su importancia en la identidad argentina.
En la literatura, el mate ha encontrado su lugar destacado. Citado por autores como Ricardo Güiraldes, José Hernández, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, este símbolo nacional ha permeado la poesía y la prosa, convirtiéndose en un elemento recurrente que refleja la vida cotidiana y la identidad cultural.
El mate, más que una infusión es un símbolo de unión, reflejando la diversidad y la riqueza cultural de Argentina. Sin embargo, tras la celebración y la tradición, se esconde una realidad más sombría. El arduo trabajo de los tareferos, las tragedias que han marcado la cosecha de la yerba mate y la persistencia del trabajo infantil revelan desafíos urgentes que requieren atención y acción del Estado para que se cumplan con la normativas vigentes y evitar de este modo las tareas realizadas por menores.
En este Día Nacional del Mate, al disfrutar de esta infusión tan arraigada en nuestra cultura, es crucial reflexionar sobre las condiciones detrás de su producción y trabajar hacia un futuro donde la justicia y la equidad acompañen a este símbolo nacional. Asimismo, recordemos que el mate, más allá de sus múltiples variedades, representa la comunión, la amistad y la identidad que nos une como argentinos.
Por Buen Ciudadano
